El Gran Bazar
Entramos en el laberinto sin saber ni cuando ni por donde saldremos, vamos despacio, sabemos que aqui no se puede ir rapido ya que el cerebro puede entrar en colapso con la mezcla de colores, sabores, olores, ruidos,… No hace calor, el sol no molesta, hemos entrado en un barrio techado, como una ciudad venida a centro comercial. El contacto es continuo, esta plagado de gente y los comerciantes te invitan amablemente a entrar en su tiendas para que veas sus babuchas, chaquetas de cuero a medida, ojos de la suerte, montanas de especias de todos los colores, remedios caseros y naturales para todas las enfermedades a base de polvos de salamandras, pantalones con los calzones por la rodilla,lamparas de aladino, cabezas de cordero, zumos de naranja, alfombras. Yo compro lo justo, hay que estar bien despierto para empezar a regatear durante media horilla si quieres sacar un buen precio. Por regla general si te dicen 10 ofrece 2 para acabar en 4. Para ellos lo mas importante es sacarte la mayor pasta posible y que tu estes lo mas contento posible. Poco a poco vamos tirando unos de otros para salir de esta marana que te absorbe con sus garras multicolores y aromatizadas para que compres y compres sin cesar….nos tenemos que ir al consulado de Iran para pillar nuestros visados que ya estan preparados.
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